XIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
San Marcos 5, 21-43:
"Hija, tu fe te ha curado"

Autor: Padre Justo Luis Rodríguez Sánchez de Alba

Fuente: almudi.org (con permiso)  suscribirse  

 

 

 

(Sab 1,13-15;2,23-24) "Dios creó al hombre para la inmortalidad"
(2 Cor 8,7.9.13-15) "Al que recogía mucho no le sobraba"
(Mc 5,21-43) "Hija, tu fe te ha curado"

Como Jairo ante su hija gravemente enferma, muchos ven que nuestro mundo familiar, laboral, social, está también enfermo. El tejido social ha sido invadido por el cáncer del utilitarismo. Ya no hay principios. La falta de escrúpulos en los negocios, la corrupción política, jurídica, policial...; la mentira, la vulgaridad se adueñan de la situación.

¿Qué hacer para que el avance del mal no produzca una metástasis mortal? Acudir, como Jairo, a Cristo. Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella para que se salve y viva. En el camino hacia la casa de la enferma llegaron con esta noticia: Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al Maestro?.

¿No tenemos a veces la impresión de que hay obstáculos que no podremos superar nunca? Hay momentos en que parece que todo se derrumba. ¡Es inútil! ¡Esto no tiene arreglo. Con este marido, con esta mujer, con estos hijos, en este ambiente..., no hay nada que hacer; para qué molestarse! Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo a Jairo: No temas; basta que tengas fe. Es la condición que pone el Señor para la solución de muchos de nuestros problemas. No perder la confianza en Dios.

Ya en casa de Jairo, encontró el Señor un gran alboroto y los lloros de los que llenaban la casa, y les dijo: la niña no está muerta, está dormida.A los ojos de Dios las cosas no son como las vemos desde nuestra postración espiritual, con una mirada exclusivamente humana y, menos aún, catastrofista. ¡No todo está podrido, ni carente de solución en nuestro mundo!

Dice el evangelista que se reían de él. No es fácil en las horas bajas de la vida evitar una mueca burlona y escéptica: ¡Hombre, no me hagas reír! ¡Esto no tiene solución! ¿Quién no ha mirado con ironía o con lástima a quien ofrece una visión optimista ante una catástrofe? Se reían de Él. Pero Jesús, tomando de la mano a la niña, la levantó y se llenaron de asombro. ¡Fe en Dios y en la Iglesia, y pondremos de pie muchas cosas que han sido abatidas!