Lucas 21, 5-11:
“No os dejéis engañar”

Autor: Regnum Christi

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Evangelio

 

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 5-11

En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que la adornaban, Jesús dijo: “Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando: todo será destruido”.

Entonces le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?”

Él les respondió: “Cuídense que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: ‘Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado’. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin”.

Luego les dijo: “Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles”.


Meditación

Jesús instaura el Reino de Dios mediante su Pasión, Muerte y Resurrección. Este Reino impone una transformación del orden temporal vigente, una conmoción hasta sus cimientos. A diferencia de Mateo, Lucas trata en este texto de lo que va a preceder la ruina total de Jerusalén, sin mezclar en ello el fin del mundo.

Enterabas a tus apóstoles, Señor, de los sucesos que presenciarían, y lo que sufrirían antes de la ruina de Jerusalén. Muchas cosas están sucediendo hoy en el mundo que nos desconciertan, mas atentos a tu Evangelio, vemos que todo puede suceder menos perderte a Ti Señor. Y empezar a perderte es ir haciendo caso y prestando atención a voces disidentes que proclaman un cristianismo fácil, una creencia que no tome en cuenta a tu Iglesia. Son “usurpadores” de tu nombre y se acercan a tus hijos pretendiendo ser los amos del Evangelio. “No os dejéis engañar” nos dices hoy, Señor, mas para ello, hay que estar fuertes y convencidos de que “somos” Iglesia.

Ante los problemas que el mundo de hoy presenta, busquemos la palabra de Dios, pues ella es la brújula de la sabiduría que evitará que nos perdamos en el desconcierto.

Reflexión Apostólica

Trabajemos con verdadera entrega e ilusión para que Jesucristo en su Iglesia sea reconocido y amado. Evitaremos el desconcierto que lleva a muchas personas a seguir caminos equivocados.

Propósito

Seguir con atención la lectura de las Sagradas Escrituras.