San Mateo 5, 43-48:
La cosecha es mucha

Autor: Regnum Christi

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Evangelio

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.

Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.

Meditación

La cosecha es mucha.
Jesús advierte la gran carencia espiritual de la gente y la urgencia de un pastor que los guiara. Continuaba predicando el Reino de los Cielos y realizando milagros, provocando la admiración y el convencimiento de muchos, pero también se enfrentaba a la dureza de corazón y a la obcecación de los fariseos.

Han pasado dos mil años y la mies sigue siendo mucha y los obreros pocos. El hombre de hoy necesita, con urgencia, pastores que le convenzan del sentido auténtico de esta vida, que lo lleve a ganar la salvación eterna, así como el camino a seguir para lograrla. Tú quieres, Señor, que cada uno de nosotros ayudemos en la búsqueda de vocaciones. Nos pides orar y no podemos dejar pasar tu requerimiento. Podemos ir abriendo caminos, sentir la necesidad de apoyar la labor de los sacerdotes, llevar la alegría del cristiano, y hablar de nuestra Madre del cielo a tantas personas que están necesitadas de su amor maternal. Es decir, nos debemos “involucrar en la mies”. La Buena Nueva, Señor, tiene en sí toda la capacidad de sanar las heridas que tu Iglesia ha sufrido. Nos toca orar para que los obreros, secundando al Papa, luchen por la unidad de todos los cristianos.

Reflexión apostólica

Como apóstoles estemos al pendiente de los “vejados y abatidos” y que, por la razón que sea, no tienen acceso a un sacerdote. Además, no permitamos comentarios que dañen a los sacerdotes. Busquemos apoyar en todo a nuestros pastores. Ayudemos también a la formación y al sostenimiento de los sacerdotes.

Propósito

El rosario de hoy por vocaciones.