San Mateo 28,16-20:
Domingo Mundial de las Misiones. Vayan y enseñen a todas las naciones

Autor: Regnum Christi

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Evangelio: Mt 28,16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban. Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo".

Meditación

Este año la Iglesia nos propone meditar de modo particular en el ejemplo de san Pablo; y hoy día mundial de las misiones tenemos una ocasión para hacerlo. Él nos enseña que si nos encontramos verdaderamente con Cristo, no podemos seguir viviendo como antes. El contacto con Cristo nos da una nueva condición de vida, nos hace ser apóstoles. Y todos los cristianos, por nuestro bautismo somos apóstoles por vocación. Somos enviados, somos mandados, somos portadores de un mensaje y por ello estamos plenamente obligados a predicar a Cristo. El Evangelio nos lo confirma: "Vayan… enseñen…. bauticen…". Hemos recibido una misión por parte del Señor que hay que cumplir en su nombre. Debemos entregarnos a la causa del Evangelio con toda nuestra existencia como lo hacía san Pablo, ¡las venticuatro horas de cada día! Quizá algunos pensemos que no tenemos tiempo para dedicarnos a evangelizar, creemos que hay muchas cosas más urgentes o prioritarias, y así vamos retrasando el cumplimiento de este deber. Hay cosas que hacer en el trabajo, pendientes que terminar en la casa y vamos dejando la tarea de ser apóstoles para más adelante. Puede ser que se nos pase el tiempo, atendiendo mil cosas, sí, pero sin dedicarnos a lo que incide verdaderamente para alcanzar la vida eterna, propia o de los demás. El Evangelio es una escuela de vida. Nos enseña cómo vivir, y hoy la lección es clara: hace falta encontrarse con Jesucristo, dejarse transformar por Él en verdaderos apóstoles y dedicarse prioritariamente a lo único importante: alcanzar el cielo.

Reflexión apostólica:

Tal vez tengamos que analizar cómo estamos haciendo uso de nuestro tiempo, a qué nos estamos dedicando y reorganizar nuestra vida en torno a lo que es prioritario. Comencemos hoy por hacer un espacio al apostolado, más aún, decidámonos a ser apóstoles como san Pablo.

Propósito:

Ser apóstol las 24 horas del día.