San Lucas 12,54-59:
Vive en unidad con tu prójimoAutor: Regnum Christi
Fuente: Regnum Christi Para suscribirse
Evangelio: San Lucas 12,54-59
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Cuando ustedes ven que
una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en
efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así
sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la
tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por
qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora? Cuando
vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por
llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el
juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro
que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo".
Meditación:
"Haz todo lo posible para llegar a un acuerdo…". Las líneas evangélicas
nos invitan a reflexionar en la necesidad de vivir en unidad con los demás. Esta
unidad entre los hombres sólo puede nacer de Dios que es Amor. Ni la
responsabilidad social, ni la filantropía, ni un natural bondadoso, por sí
mismos, pueden lograr la unidad que proviene sólo de Dios. Esta unidad y caridad
se debe manifestar en tratar bien a los que están lejos, pero también a los de
la propia casa. El campo de la caridad es amplísimo: el perdón de las ofensas,
el trato respetuoso, la paciencia con los demás, el disimular los defectos de
los otros, aprender a servir y no a ser servidos, el trato universal para con
todos, incluso con aquellos que por su cultura o educación no nos agradan,
etcétera. Esta caridad, a la que Dios nos llama más que ser un imperativo ético,
o una invitación a una vida "correcta", debe brotar más bien del encuentro
personal con Dios. La capacidad de amar se adquiere del encuentro con el Señor
en la oración. La vivencia de la caridad brota de una experiencia del amor de
Dios nacida desde dentro del alma. Busquemos este día, tener ese encuentro con
Jesús y vivir la experiencia de su amor en nuestro interior para poder
compartirlo con nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, y aún
con aquellos a quienes hemos considerado enemigos, para fomentar así la unidad.
Reflexión apostólica:
¡Cuánta necesidad tenemos de aprender constantemente a hacer el bien!
El amor nunca se da por completado. El crecimiento en esta virtud debe
prolongarse toda la vida porque el cristiano vive, se santifica y se salva
amando a los demás. ¿Cómo voy a crecer hoy en caridad hacia mi prójimo?
Propósito:
Hoy me esforzaré por ser caritativo en uno de estos aspectos: saludaré
a aquellos con los que suelo evitar el trato, comentaré las cualidades de mis
compañeros de trabajo, seré especialmente paciente con un pariente, disculparé
el fallo de un colaborador de oficina, etc.