San Marcos 4,21-25:
La medida a usar

Autor: Regnum Christi

Fuente: Regnum Christi       Para suscribirse   

 

Evangelio: San Marcos 4,21-25:

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga”. Siguió hablándoles y les dijo: “Pongan atención a lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para tratar a los demás, esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces. Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará”.

Oración introductoria:

Señor no permitas nunca que por egoísmo o pereza esconda la vela de mi fe debajo de mis pasiones. Dame tu gracia para poner mi fe, mi amor a ti por encima de todo, de tal manera que mis obras te glorifiquen y pueda amar a los demás como los amas tú.

Petición:

Señor, el amor a ti y a mi prójimo es la gracia que más me interesa. Concédemela Jesús.

Meditación:

Qué regla tan valiosa nos da el Señor: tratar a los demás como quisiéramos ser tratados. He ahí la medida que no falla para descubrir si amamos o no al prójimo y a Dios. No hace falta pensar mucho para descubrir cómo quisiéramos que nos trataran los demás, cómo nos gustaría que pensaran de nosotros, qué cosas nos gustaría que dijeran de nosotros, qué querríamos que los demás hicieran por nosotros, etc. La lista podría ser larga. Pues bien, así deberíamos conducirnos con los demás. Y para que no haya duda, Jesús nos dice: “Pongan atención a lo que oyen”. No nos dice que hagamos a los demás lo mismo que los demás nos hacen, sino que nos insiste en hacer a los demás lo que quisiéramos que hicieran por nosotros. Si esto ya nos parece mucho, no lo es todo. No basta el obrar por el obrar. Hay que hacer todo movidos por el amor a Dios. Sólo el amor a Dios nos da la fuerza para amar a los demás con sinceridad, con desinterés, con pureza de intención, sin esperar nada a cambio.

Reflexión apostólica:

La caridad es el arma que Jesucristo pone en nuestras manos, la estrategia que nos da la clave para la victoria del Reino de Cristo. Vayamos hoy a vivir en todo por amor, así seremos apóstoles.

Propósito:

Tratar hoy a los demás como quisiera que me trataran a mí, por amor al Señor.

Diálogo con Cristo:

Gracias, Jesús, por darme el don de tu Palabra. Gracias por este tiempo de oración en el que me haces ver la medida objetiva de mi amor a ti. Me enseñas que mi capacidad de amar se mide, no por el sentimiento o las buenas intenciones, sino por mi capacidad de entrega y servicio al prójimo. Dame la gracia para tratar hoy a los demás no como me gustaría que me trataran a mí, sino como si te estuviera tratando a ti.