San Marcos 8,11-13:
Buscando señalesAutor: Regnum Christi
Fuente: Regnum Christi Para suscribirse
Evangelio: San Marcos 8,11-13:
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y se pusieron a
discutir con él, y para ponerlo a prueba, le pedían una señal del cielo. Jesús
suspiró profundamente y dijo: "¿Por qué esta gente busca una señal? Les aseguro
que a esta gente no se le dará ninguna señal". Entonces los dejó, se embarcó de
nuevo y se fue a la otra orilla.
Oración introductoria:
Padre Santo, ayúdame a estar atento para escuchar la voz del Espíritu
Santo, dulce huésped de mi alma quien, con sus innumerables gracias, me va
guiando para crecer en mi vida de oración. Sé que sin su ayuda, será imposible
que pueda hacer oración. (cf. Carta del P. Álvaro Corcuera L.C., Acompañando a
Cristo Rey en la oración).
Petición:
Jesús, dame el don de una fe viva, operante y luminosa.
Meditación:
Este día nos identificamos con los fariseos que pedían una señal del
cielo. ¿No nos ha sucedido esto alguna vez? Llegamos a pedir a Dios una prueba
para poder creer en Él. Le ponemos condiciones a Dios para confiar en Él. ¡Qué
pequeña es nuestra fe! Los santos y los mártires supieron creer sin pedir
ninguna señal en especial. Nosotros no podemos conformarnos con ser cristianos
de segunda división. Al cielo no entraremos sin una gran fe. ¡Que en las grandes
y pequeñas situaciones de la vida, triunfe la fe, sobre las dudas y el
escepticismo! ¡Si conociéramos el don de la fe viva, con qué fervor la
pediríamos y seguramente Dios nos la daría! No basta pedir la fe para sí mismo,
hay que trabajar también por la fe de los demás. No podemos permanecer inertes,
debemos poner manos a la obra para reevangelizar el mundo. La fe nace de la
predicación. ¿Predicamos a Cristo con fe viva? Renovemos la fe de nuestro
bautismo, elijamos conscientemente a Cristo como nuestro Señor, y
comprometámonos activamente a acrecentar la fe de los demás.
Reflexión apostólica:
La misión de la Iglesia es grande: predicar el Reino de Cristo. Para
ello, se necesitan hombres y mujeres preparados y entregados a la causa de
Cristo. Nos es muy necesario esforzarnos por adquirir una formación integral
sólida que nos capacite para cumplir nuestra misión evangelizadora con eficacia
y responsabilidad.
Propósito:
Hacer algo hoy para transmitir mi fe en Jesucristo a los demás.
Diálogo con Cristo:
Jesús, ayúdame a formarme para realizar eficazmente mi misión
apostólica. Quiero ofrecer, por amor a los hombres, todos los sacrificios que se
impongan, con tal de adquirir una formación tomada con seriedad. Dame la gracia
de dar un sentido apostólico a mi formación.