Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, Ciclo B.
Mc 14,1–15,47:
Domingo de Ramos

Autor: Regnum Christi

Fuente: Regnum Christi       Para suscribirse   

 

Evangelio: Mc 14,1–15,47:

[Debido a la extensión del texto de la liturgia del día, sugerimos a nuestros lectores tomar la Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos directamente de la versión impresa].

Oración introductoria:

Señor, convénceme de que en la Semana Santa no puedo limitarme a quedarme al margen o conformarme con ser un espectador meramente neutral, porque de esa manera yo mismo me pongo en contra tuya. Dame tu gracia para vivir estos días muy cerca de ti, y colaborar contigo en la misión de salvar a todos los hombres.

Petición:

Jesús, que el ejemplo de tu entrega me haga decidirme, de una vez por todas, a seguirte de manera apasionada y fiel.

Meditación:

En este día entramos a la Semana Santa. Esta es la semana del amor llevado hasta el extremo. Son días para acompañar a Nuestro Señor, para meditar en sus sufrimientos que expían el pecado de cada uno; para recordar que sólo podemos vencer el mal con el bien; es la oportunidad para comprender que el amor es entregarse a sí mismo, como Jesús. Contemplemos los dolores que nuestro Redentor tuvo que soportar en su Pasión. Volvamos la mirada a la prueba de amor que es la cruz. Fijemos la vista en los brazos de Cristo que se abren para recibirnos. Acerquémonos a su costado traspasado para llenar nuestro corazón sediento de amor. ¿Podemos permanecer indiferentes ante la muerte de Dios? ¿Es posible seguir siendo los mismos? Dejemos que nos interpele la agonía de Cristo en la cruz. Abrámosle, de una vez por todas, el corazón. Leamos en estos días, con particular fervor el Evangelio, démonos tiempo para el silencio y la reflexión personal, para confesarnos, para visitar a Cristo en el Sagrario y hablar con Él personalmente ahí. Pidámosle luz al Espíritu Santo para aprender todas las lecciones que Jesús nos quiere dar. Invitemos a otros a las celebraciones litúrgicas. Arrastremos a muchos hacia Jesús, persuadidos de que conocerlo es el mejor regalo.


Reflexión apostólica:

Tenemos que entregarlo todo por Aquel que nos amó. Jesús tiene todo el derecho de poseer nuestro corazón y toda nuestra vida. ¿Qué vamos a hacer para pagarle a Jesús el don de la salvación? No podemos menos que trabajar y luchar, desde nuestra vocación al Regnum Christi, para que la Redención alcance al mayor número de hombres y mujeres.

Propósito:

Dedicar unos minutos para ofrecerle a Jesús nuestra Semana Santa, prometiéndole acompañarlo especialmente estos días, en misiones, o con mi oración.

Diálogo con Cristo:

Jesús, el estilo de vida que me propones es el de un cristianismo activo y entusiasta en la donación, con un sentido hondo de misión. Que tu ejemplo me mueva para que la predicación y extensión del Reino sea el ideal que inspire, estimule y dirija toda mi vida y cada una de mis obras.

«El hombre que conoce lo que es el valor de la Redención, lo que significa la Encarnación del Verbo de Dios, lo que significa la muerte de Cristo para redimirlo sobre el pecado y para llevarle al cielo, y que es llamado a cooperar con Cristo, no tiene nada más que actuar, corresponder a ese amor»
(Cristo al centro, n. 570).