Fiesta: Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
San Juan 1,47-51: ¿De dónde me conoces?Autor: Regnum Christi
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Evangelio:
Evangelio: San Juan 1,47-51: ¿De
dónde me conoces?
En aquel tiempo, cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo:
“Este es un verdadero israeltita en el que no hay doblez”. Natanael le preguntó:
“¿De dónde me conoces?”. Jesús le respondió: “Antes de que Felipe te llamara, te
vi cuando estabas debajo de la higuera”. Respondió Natanael: “Maestro, Tú eres
el Hijo de Dios, Tú eres el rey de Israel”. Jesús le contestó: “Tú crees, porque
te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver”. Después
añadió: “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir
y bajar sobre el Hijo del hombre”.
Oración introductoria:
Señor, yo creo, yo confío, yo te amo. Dame una fe operante y luminosa.
Una esperanza inquebrantable y un amor apasionado a tu Reino. Aumenta en mi alma
estas tres virtudes teologales pues ellas son las que me disponen a vivir
siempre en relación contigo.
Petición:
Ángel de mi guarda, intercede ante Dios por mí y vela por mi salvación
eterna. Amén.
Meditación:
La existencia de los ángeles es una verdad de fe. Estos fueron creados
por Dios y para Él. La palabra “ángel” significa “enviado”. Estos seres
espirituales son los servidores y mensajeros de Dios. El Antiguo Testamento
señala en distintos pasajes que los ángeles ayudan y guían a los hombres por
encargo de Dios. No podemos dejar de lado a estos seres que Dios nos envía.
Invoquemos con frecuencia su protección para que nos ayuden a conocer, amar e
identificarnos cada día más con el Señor. Pidámosle a nuestro ángel guardián que
nos proteja de todo mal y nos conduzca hacia Cristo. Por otra parte, el
Evangelio nos dice que Jesús conocía a Natanael. Y nosotros, ¿dejamos que Cristo
nos conozca? Jesús espera que aceptemos su amor y su amistad. Dejarse conocer
por Cristo significa abrirle todo lo que somos. Es presentarle nuestros pecados,
miserias y deseos de amarle más en el sacramento de la reconciliación. Es
permitirle entrar a todos los rincones de nuestro ser para ser transformados por
Él.
Reflexión apostólica:
Para el Regnum Christi extender el Reino de Cristo es ver a Cristo
mismo, conocido, amado y seguido por cada hombre. Lo que buscamos es que la
llama de la fe y del amor a Cristo prenda en muchos corazones.
Propósito:
Hacer diariamente un examen de conciencia para dejar que Cristo entre
más a mi vida.
Diálogo con Cristo:
Jesús, te pido me concedas que la predicación y extensión de tu Reino
sea el ideal que inspire, estimule, dirija y conforme toda mi vida y todas mis
obras.
«Deja que el Movimiento pase de tu mente a tu corazón, para que te queme, para
que te empuje, para que te haga sentir la urgencia de dar a conocer a Cristo y
de extender su Reino entre los hombres» (Cristo al centro, n. 2190).