San Lucas 21, 29-33:
Dejar que Dios nos renueve

Autor: Regnum Christi

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Evangelio

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 29-33:

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: “Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse”.

Oración introductoria

Espíritu Santo, te pido el don de ciencia, para valorar las cosas humanas en relación a mi último fin; concédeme también el don de consejo, para discernir convenientemente y saber lo que debo hacer en cada momento para agradarte; dame el don de piedad, para cumplir con solicitud y ánimo filial la voluntad de Dios; dame fortaleza, para buscar con constancia la santidad.

Petición

Señor, ayúdame a encontrar en tus Mandamientos mi alegría y mi paz.

Meditación

La liturgia nos ofrece unas lecturas que anuncian el fin del ciclo litúrgico anual. Nos dice que el Reino de Dios está cerca, que Dios viene a nuestro encuentro y quiere permanecer con nosotros. Se trata de una acción que se realiza siempre, en un presente continuo: Dios nos ofrece en todo momento su gracia y desea liberarnos del mal, es decir, de todo lo que impide nuestra verdadera felicidad. El triunfo radical y definitivo de nuestra vida está en alcanzar ese Reino de Dios que se nos ofrece. Para ello, necesitamos vivir los Mandamientos, éstos constituyen la guía que nos muestra cómo vivir bien, cómo elegir la vida.

Ante la inminencia del Adviento acerquémonos al sacramento de la reconciliación, para ser capaces de recomenzar, de ser nuevos hasta el fondo con el poder de Dios. Tenemos necesidad de una verdadera renovación que sólo puede venir del poder del amor de Dios crucificado. El Adviento es también el tiempo espiritual de la esperanza. Acrecentemos nuestra confianza en Dios, seguros de su promesa: sus palabras no dejarán de cumplirse.

Reflexión apostólica

Nuestro lema: “¡Venga tu Reino!” significa sobre todo, la aspiración a colaborar con la Iglesia en el establecimiento y la realización del Reino de Cristo en el mundo. Estamos llamados a hacer que la llama viva de la fe y del amor a Cristo prenda en muchos corazones.

Propósito

Hacer un programa espiritual para vivir con provecho el Adviento que ya está por comenzar.

Diálogo con Cristo

Señor, tus mandamientos no son sólo palabras o preceptos, sino que son la guía que viene de Ti y nos ayudan a alcanzar el cielo. Dame la fuerza para vivirlos a fondo, pero sobre todo, te pido me concedas cumplir tu primer mandamiento, ésta es la suprema aspiración de mi alma: amarte por encima de todas las cosas.

“El amor a Dios es una gracia.” (Cristo al centro, n.258)