San Mateo 6,7-15:
Amor sin fronteras

Autor: Regnum Christi

Fuente: Regnum Christi       Para suscribirse   

 

Evangelio: San Mateo 6,7-15: Amor sin fronteras

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando ustedes hagan oración no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes, pues, oren así: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas”.

Oración introductoria:

Señor, quiero hacer los actos preparatorios para esta oración recitando con pausa y atención la oración que Tú mismo nos enseñaste. Quiero comenzar llamándote Padre y meditar en la profundidad de esta realidad tan hermosa. Por mi bautismo, ¡soy un verdadero hijo de Dios! Tomado de tu mano, concédeme hacer una verdadera oración.

Petición:

Padre nuestro, ¡venga tu Reino!

Meditación:

El “Padre nuestro” es la oración cristiana fundamental, es el resumen de todo el evangelio y el corazón de la Sagrada Escritura. Santo Tomás de Aquino nos dice que se trata de la oración más perfecta, pues en ella pedimos todo lo que podemos anhelar. Esta oración nos enseña a acercarnos a Dios con toda confianza y a relacionarnos con el Padre con conciencia filial, con seguridad, humildad y con la certeza de ser amados. Debemos pronunciar las primeras palabras de esta oración con un gran sentido de adoración y de agradecimiento por haber sido adoptados por Dios como hijos. La oración del “Padre nuestro” ha de desarrollar en nosotros algunas disposiciones fundamentales, primero el propósito de parecernos a Él que nos ha creado y el empeño de comportarnos como verdaderos hijos suyos. Esta oración comienza con las palabras "Padre nuestro". Nos enseña así que sólo podemos encontrar al Padre si salimos de nuestro individualismo y vivimos unidos a los demás. Si el amor de Dios no tiene fronteras, nuestra caridad tampoco puede tenerlas.

Reflexión apostólica:

Una de las expresiones más auténticas de la caridad es la benedicencia. Ese debe ser nuestro primer apostolado: ser propagadores del bien con todas nuestras palabras y en cada una de nuestras expresiones sobre los demás.

Propósito:

Ofrecerle a Cristo mi día por la unidad de los cristianos y por la paz del mundo.

Diálogo con Cristo:

Señor, ayúdame a vivir siempre en clave de dar, a no buscar ser consolado, cuanto consolar; a no ser comprendido, como comprender; que no espere ser amado, sino que me dedique a amar. Tú sabes qué difícil resulta a mi naturaleza vivir en constante disposición de entrega, dame tu gracia para poder lograrlo.

«El cristiano no puede limitarse a no hablar mal, sino que ha de procurar hablar siempre bien de los demás» (Cristo al centro, n. 245).