San Mateo 7,7-12:
Como niños delante del Padre

Autor: Regnum Christi

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Evangelio: San Mateo 7,7-12; Como niños delante del Padre

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca se le abre. “¿Hay acaso entre ustedes alguno que le dé una piedra a su hijo, si éste le pide pan? Y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Si ustedes, a pesar de ser malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con cuanta mayor razón el Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se las pidan. “Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas”.

Oración introductoria:

Señor, esta mañana tus palabras en el Evangelio, me impulsan a comenzar mi oración con gran confianza. Tú nos mandaste que pidiéramos, que buscáramos, que tocáramos. Vengo hoy a las puertas de tu Corazón para pedir, para buscar tu gracia. Renueva mi fe y mi esperanza.
Petición:

Dios mío, ayúdame a hablar contigo como con el mejor de los padres.

Meditación:

A Dios le agrada que le pidamos y quiere mostrarse como nuestro Padre. Este pasaje del Evangelio nos ayuda a descubrir nuestra condición como hijos de Dios. Nos hemos de sentir, en cierto sentido, como niños pequeños que deben pedir todo a su Padre que está en los cielos. Profundicemos en esa convicción, en la realidad de nuestra pequeñez y de nuestra nada delante de Dios. Ante Él hemos de experimentar la necesidad de auxilio, de gracia y de fortaleza.
Acostumbrémonos a pedirle a Dios su ayuda, pongamos todo en sus manos. El Padre sabe lo que nos hace falta antes de que se lo pidamos pero espera nuestra oración. Oremos en los acontecimientos de cada día y de cada instante, llevemos a la oración las situaciones cotidianas y más ordinarias. Esta actitud nos ayuda en nuestra relación personal con Dios y nos hace más humildes, más confiados. Roguemos también por las necesidades de todas aquellas personas que viven cerca de nosotros. Pidamos, no por nuestros propios intereses, sino por el de los demás. La caridad comienza en la oración.

Reflexión apostólica:

El miembro del Movimiento Regnum Christi busca dar testimonio por igual en su vida personal, familiar, social y profesional, siendo cristiano las veinticuatro horas del día y en todas partes. La sinceridad y unidad de vida son los primeros pasos para transformarnos en santos y en apóstoles.

Propósito:

Elevar varias veces al día una oración a Dios pidiéndole su ayuda durante la jornada.

Diálogo con Cristo:

Jesús, experimento un gran gozo al meditar una vez más en la hermosa realidad de que Dios es mi Padre. Qué gran amor nos ha tenido el Señor para llamarnos hijos suyos, pues realmente ¡lo somos!

«Cristo es siempre como un niño en las manos de su Padre; la confianza inquebrantable e ilimitada en el Padre amantísimo es fruto de la oración e intimidad con Él» (Cristo al centro, n. 570).