XXIV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Juan 3, 13-17: Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces debo perdonarle? ¿Hasta siete veces?

Autor: Padre Marcelino Izquierdo OCD

 

 

Números 21,4b-9
Salmo 77
Filipenses 2,6-11
San Juan 3, 13-17


Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces debo perdonarle? ¿Hasta siete veces?

Siempre que nos reunimos para la celebración de la Eucaristía, el celebrante después del saludo, nos invita a pedir perdón a Dios y a los hermanos por nuestros pecados.

Sí, pedir perdón a Dioses necesario por nuestra condición de pecadores. Ahora, asimismo es indispensable, conceder perdón al hermano, supuesta nuestra condición de cristianos.

Pedro llevaba esto muy dentro, y un día, de buenas a primeras, acercándose a Jesús, le pregunta: ¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano. ¿Hasta siete veces?

Pedro arriesga esta cifra, que sin duda juzgaba exagerada. Y en lo humano, era una cuota, a todas luces, muy alta.

No te digo siete&en un principio, Pedro debió respirar con alivio. El Maestro parecía bajaba el listón. Pero la sonrisa de complacencia se apagó inmediatamente, cuando le oye decir&hasta setenta veces siete. Pedro quería fijar un techo. Cuál era la última vez que debiera perdonar: Pero Jesús viene a echar por tierra todos sus pensamientos, cuando le dice que no existe vez última. Debes perdonar hasta setenta veces siete. Es decir, siempre. A Pedro se le debieron caer los palos del sombrajo.

Así pues, rezar el Padenuestro es todo un riesgo. O lo repetimos miles de veces sin convinción ni entusiasmo, Sin comunicarnos con Dios. O lo rezamos con decisión y compromiso y entonces se nos complica la vida. Lo mismo, caemos en la cuenta deque al rezar el Padrenuestro pedimos al Señor algo muy serio: "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden".

Es normal ir a confesarnos y salir relativamente satisfechos: ¿hemos pensado que hipotecamos el perdón de Dios a nuestro perdón?

Pero lo mismo no hemos reparado que la confesión no termina con el rezo devoto del Parenuestro, sino perdonando de verdad al hermano.

Lo mismo el Señor al responder a Pedro tenía presente a ese cristiano, que se encuentra satisfecho porque va a misa los domingos, porque educa cristianamente a sus hijos, porque está siempre en primea fila cuando hay que apoyar las iniciativas de la parroquia; pero hace infinidad de tiempo que no se habla con el vecino... Lo mismo tenía presente a es sacerdote, muy celoso él, pero no tolera que feligrés alguno le lleve a contraria&Lo mismo tenia presente a esa monjita, incapaz de omitir la "Hora intermedia", por nada de este mundo, pero a su hermana no le pasa ni una ...

Tenemos el máximo cuidado, y debemos seguir haciéndolo, en tener las cuentas "arregladas" con Dios, olvidado que lo primero que él nos pide, es que estemos en paz con el prójimo "Si cuando vas a hacer una ofrenda, recuerdas que el hermano tiene algo contra ti, deja la ofrenda en el altar, reconcíliate con él., y después, haces la ofrenda".

Y no olvidemos que uno que perdona, no es un héroe. Es simplemente un buen cristiano. Es alguien que ha comenzado a adentrarse en la entraña del evangelio. Alguien que ha comenzado a vivir en paz consigo mismo, y con los demás. Alguien, en una palabra, que ha comenzado a llamar a las puertas del cielo.

Yo no puedo menos de sonreir cuando oigo a mi lado, a alguien con aires de triunfo, y mirándome por encima el hombro, decir, que él no cree en el. infierno. Lo mismo en ese infiero que él piensa, yo tampoco creo.

Antes de nada, un interrogante: ¿qué es el infierno? Un lugar donde no se ama. No le des mas vueltas. Ya me gustaría a mí que no hubiera infierno, no ya en la otra vida, sino, aquí en la tierra. Ello querría decir que no hay lugar aquí abajo donde no se ama: Por eso, créeme me,
tengo miedo volverte a preguntar, si crees en el infierno.

No lo olvides, infierno es un lugar donde no se ama. Amemos de verdad, perdonemos de verdad y al menos habrá dos personas que no están en el infierno.

Estarás conmigo, que lo más grande de este mundo es el amor. Y no te has detenido pensar ¿cuál es lo más grande del amor? Lo sabías, lo más grande del amor, es el perdón.

¡Qué duda cabe que Dios me amó intensamente cuando me dio la vida. Pero, iba a decirte, que Dios me amó aún más, cuando me perdonó. Aquel momento cuando en la Cruz dice: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen"

"Nadie tiene amor más grande, nos dice Jesús, en otra parte, que el que da la vida por su hermano". Yo me atrevería a parafrasear estas palabras del Señor diciendo: "Nadie tiene amor más grande que el que perdona a su hermano". Perdonar al hermano, ¿ no es darle la vida?

A veces podemos escuchar estas palabras."me hubiera gustado ser sacerdote para "perdonar pecados": ¿no has reparado que tú también puedes perdonar pecados?

En cierta ocasión, los fariseos murmuraban de Jesús diciendo: Este blasfema. ¿Quién puede perdonar los pecados sino Dios? ¿Por qué no nos hacemos Dioses perdonando al hermano?

Lo mismo no me he expresado bien. ¡ Perdón ¡