V Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
San Lucas 5, 1-11:
Volver a empezar

Autor: Padre Miguel Esparza Fernández

 

 

""En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estando é a orillas de lago de Genesaret... Dijo a Simón: Rema mar adentro y echad las redes para pescar. Simón contestó: Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada..." (Lc 5,1-11)

¡Cuántas veces tenemos la impresión de que el Evangelio habla de nosotros, de nuestras circunstancias, de nuestra propia vida! Cada uno de nosotros se puede ver representado con toda verdad por ese Pedro desanimado, que renuncia a reiniciar la tarea que se le ha mostrado inútil: "nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada". Es algo así como decir: no me pidas algo que he intentado con todas mis fuerzas y que no me lleva más que al fracaso.

¿Verdad que nos ha pasado a nosotros? Cada uno conoce las heridas, las desilusiones, las desesperanzas y amarguras que han ido depositando en nuestra vida los fracasos. Cada uno sabe qué cosas ha aparcado en un rincón de su vida, dándolas por perdidas, y no está dispuesto a reintentarlas.

Seguro que conocemos a muchos que viven esa misma situación. Son múltiples y variadísimas las causas: un desengaño amoroso, un fracaso laboral, un acontecimiento triste y doloroso, una traición por parte de un amigo... Y son muchos y de todas las edades los que sufren por ello y se niegan a seguir adelante: niños que se han visto privados del ambiente necesario y de los derechos más elementales, jóvenes que han quemado su vida en tantas batallas destructoras, parejas que caminaron juntas y han visto rota su unión, sacerdotes que acusan la dureza y aridez del ejercicio del ministerio...

Hay muchas personas en la vida ... desilusionada, "parada", en actitud de llegada y no de camino hacia una meta. Hay muchas personas sin ideales ni ilusiones. Hay muchas personas "quemadas" y recelosas, desconfiadas. Hay muchas, demasiadas.

Hoy, el Evangelio es una invitación al reinicio esperanzado. El Señor quiere subir a nuestra barca y que echemos las redes de nuestro esfuerzo. ¿Por qué no intentarlo? Habrá que poner mucho diálogo y desechar silencios, monotonía y distancias, porque, a lo mejor, así funciona la pareja. Habrá que poner esfuerzo y superación y desechar drogas, alcohol y aturdimiento, porque, a lo mejor, así funcionan la ilusión y las posibilidades de una vida joven. Habrá que poner actualización, cercanía y oración y desechar rutina, superficialidad y encastillamiento y poner renovación, salida misionera y hondura religiosa, porque, a lo mejor, así funciona la proclamación del Evangelio y prende en muchos. Habrá que poner valentía y claridad, acompañada de ejemplo de vida y desechar temores y respetos innecesarios, porque, a lo mejor, así comprenden los hijos el valor de determinados valores y los hacen norma de sus vidas... Habrá que...

Tú sabrás, que conoces tu vida y tu situación. Pero no te cierres a la invitación: "Rema mar adentro". Creo que vale la pena intentarlo. A lo mejor, esta es la buena.

 
 


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