Lucas 13,10-17:

Habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: "¡Abba!" (Padre) * ¿A ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que soltarla en sábado?
Autor: Fr. Nelson Medina F., O.P

Sitio Web: fraynelson.com



Lecturas del dia:
Romanos 8,12-17
Lucas 13,10-17

Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad." Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: "Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los sábados." Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: "Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo llevaba a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?" A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba d e los milagros que hacía.

San Lucas 13,10-17


Homilía:

Temas de las lecturas:  Habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: "¡Abba!" (Padre) * ¿A ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que soltarla en sábado?

1. Espíritu de Hijos

1.1 ¿Qué es tener espíritu de hijos? Pablo nos da una respuesta en la primera lectura de hoy: es ser guiado por el Espíritu Santo. Saberse, sentirse y comportarse como hijo, todo ello viene del Espíritu que nos ha hecho hijos. La manera de ser más hijos es recibir más espíritu.

1.2 Esas palabras tan sencillas tienen unas repercusiones inmensas. Toda la vida cristiana se resume en vivir como hijos de Dios. Y eso sólo lo da el Espíritu Santo. ¿Entendemos lo que esto implica?

1.3 Implica que nuestros argumentos, costumbres, legislación eclesiástica, liturgia solemne, vida consagrada, y todo lo demás, pueden hasta un cierto punto PREPARAR el camino para la acción del Espíritu, pero no REEMPLAZARLO.

1.4 Y en la Iglesia hemos querido muchas veces y de muchos modos reemplazar al Espíritu Santo, de un modo oblicuo, sinuoso, casi siniestro. Simplemente nos rehusamos a orar todo lo que debiéramos, y a buscar la pureza de mirada, corazón e intención que se requieren para que el Espíritu reine más y más en nosotros.

2. La Obra de la Gloria

2.1 En el evangelio de hoy, detengámonos en un punto que puede parecer accidental pero que es clave. ¿Qué objeta el jefe de la sinagoga? ¿Tenía él razón, después de todo?

2.2 Si miramos el "desatar" a esta pobre mujer como un "trabajo", el jefe de la sinagoga tenía razón. Y si Cristo obró como obró, no fue para desobedecer el precepto del sábado sino para mostrar su sentido. Eso es lo que queremos destacar.

2.3 El sábado era el día para dar la gloria a Dios. El ocio no tenía en la intención original sólo el objetivo negativo de "frenar la producción", como diría un economista. Su propósito es instrumental: es una herramienta que quiere conducir al pueblo a aspirar el aroma de la libertad, es decir, a reconocerse como pueblo liberado, y por lo tanto, a gozarse en la vida nueva que le ha regalado su Liberador.

2.4 Cristo, pues, no está disfrutando la desobediencia al sábado, sino mostrando su sentido. Sábado tenía que significar liberación y por eso no cabe volverlo pretexto para nuevas cadenas.