Mateo 13, 10-17:

Me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron aljibes agrietados * A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no
Autor: Fr. Nelson Medina F., O.P
Sitio Web:
fraynelson.com  

 

Lecturas de la S. Biblia

Temas de las lecturas:
Me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron aljibes agrietados * A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no

Textos para este día:

Jeremías 2, 1-3. 7-8. 12-13:

Recibí esta palabra del Señor:

Ve y grita a los oídos de Jerusalén: Así dice el Señor:

Recuerdo tu cariño de joven, tu amor de novia, cuando me seguías por el desierto, por tierra yerma. Israel era sagrada para el Señor, primicia de su cosecha: quien se atrevía a comer de ella lo pagaba, la desgracia caía sobre él -oráculo del Señor-.

Yo os conduje a un país de huertos, para que comieseis sus buenos frutos; pero entrasteis y profanasteis mi tierra, hicisteis abominable mi heredad.

Los sacerdotes no preguntaban: ¿Dónde está el Señor?, los doctores de la ley no me reconocían, los pastores se rebelaron contra mí, los profetas profetizaban por Baal, siguiendo dioses que de nada sirven.

Espantaos, cielos, de ello, horrorizaos y pasmaos -oráculo del Señor-.

Porque dos maldades ha cometido mi pueblo: Me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron aljibes, aljibes agrietados, que no retienen el agua.



Mateo 13, 10-17:

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron:¿ Por qué les hablas en parábolas? Él les contestó: A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías: Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo les cure. ¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.


Homilía

Temas de las lecturas:
Me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron aljibes agrietados * A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no

1. Historia de un Abandono

1.1 La primera lectura describe en clave de amor de pareja la relación entre Dios y su pueblo. No es la primera vez que encontraremos esta imagen, que es tan evocadora y elocuente, ni será la última. Es un hecho que los profetas muchas veces hablaron en términos del amor humano cuando querían expresar cómo ama Dios. Con una característica que no tiene excepciones: Dios es siempre el Esposo o el Novio; el pueblo es siempre la Esposa o Novia.

1.2 En el texto de Jeremías Dios recuerda un tiempo diferente, que viene a servir como de medida o medio de contraste para la situación presente. En resumen, Dios viene a decir: "antes me amabas más y me amabas mejor." Tal reproche lo podemos aplicar quizá a nuestra vida de muchas maneras. ¿No es verdad que quizá nos avergonzaríamos de encontrarnos un día con ese niño que fuimos cuando hicimos la primera comunión? O tal vez hemos tenido experiencias fuertes de conversión y ha sucedido que, después de un tiempo de fervor y amor, nos hemos dejado empantanar en la rutina. Cada quien puede examinarse a sí mismo.

1.3 Más adelante el texto nos da una causa para este cuadro deplorable, una causa que da qué pensar: "Los sacerdotes no preguntaban: ¿Dónde está el Señor? Los guardianes de la ley no me conocían; los pastores se rebelaron contra mí; los profetas profetizaban en nombre de Baal, siguiendo a dioses inútiles." En síntesis: quienes debían alzar la voz y dar la alarma, se distrajeron en sus comodidades y privilegios y dejaron que el pueblo se dispersara, buscando fuentes sin agua.

1.4 Es una buena lección para todos: para los pastores, porque no pueden ser inútiles ni aducir ignorancia; para los fieles, porque ya saben que, al preferir que el pastor no les hable con claridad, en realidad están rehusándose a oír la voz de Dios.

2. La parábola, lenguaje predilecto de Jesús

2.1 Según lo anterior, podemos comprender un poco mejor el estilo de Cristo como Maestro. Sus parábolas son a la vez "revelación" y "ocultamiento".

2.2 Las parábolas no muestran tanto como para que creamos que ya conocemos y dominamos a Dios. Tampoco ocultan tanto como para que nos exasperemos en la oscuridad de nuestras dudas, deseos o temores.

2.3 Parece caprichosa y casi injusta la respuesta de Jesús a la pregunta sobre por qué enseña en parábolas: ¿por qué "se ha concedido" a unos entender y a otros no? A esta pregunta no tenemos una respuesta última y completamente satisfactoria. Sabemos, sin embargo, dos cosas: que eso que "se ha concedido" tiene que ver con el misterio mismo de la gracia y su obra en nosotros, y que en esta disposición divina no hay injusticia.

2.4 No es injusto, en efecto, que Dios regale a quien quiera. Lo que es regalo, no es debido. Si fuera debido, no sería regalo. Goce, pues, quien recibe en lo que recibe, pero no se queje de lo que no reciba.