San Mateo 8,5-17:
¿Hay algo difícil para Dios? Cuando vuelva a visitarte, Sara habrá tenido un hijo * Muchos Vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y JacobAutor: Fr. Nelson Medina F., O.P
Sitio Web: fraynelson.com
Lecturas de la S. Biblia
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¿Hay algo difícil para Dios? Cuando vuelva a visitarte, Sara habrá
tenido un hijo * Muchos Vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con
Abrahán, Isaac y Jacob
Textos para este día:
Génesis 18,1-15:
En aquellos días, el Señor se apareció a Abrahán junto a la encina
de Mambré, mientras él estaba sentado a la puerta de la tienda, porque hacía
calor. Alzó la vista y vio a tres hombres en pie frente a él. Al verlos, corrió
a su encuentro desde la puerta de la tienda y se prosternó en tierra, diciendo:
"Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo. Haré que
traigan agua para que os lavéis los pies y descanséis junto al árbol. Mientras,
traeré un pedazo de pan para que cobréis fuerzas antes de seguir, ya que habéis
pasado junto a vuestro siervo." Contestaron: "Bien, haz lo que dices."
Abrahán entró corriendo en la tienda donde estaba Sara y le dijo: "Aprisa, tres
cuartillos de flor de harina, amásalos y haz una hogaza." El corrió a la vacada,
escogió un ternero hermoso y se lo dio a un criado para que lo guisase en
seguida. Tomó también cuajada, leche, el ternero guisado y se lo sirvió.
Mientras él estaba en pie bajo el árbol, ellos comieron. Después le dijeron:
"¿Dónde está Sara, tu mujer?" Contestó: "Aquí, en la tienda." Añadió uno:
"Cuando vuelva a ti, dentro del tiempo de costumbre, Sara habrá tenido un hijo."
Sara lo oyó, detrás de la entrada de la tienda. Abrahán y Sara eran ancianos, de
edad muy avanzada, y Sara ya no tenía sus períodos. Sara se rió por lo bajo,
pensando: "Cuando ya estoy seca, ¿voy a tener placer con un marido tan viejo?"
Pero el Señor dijo a Abrahán: "¿Por qué se ha reído Sara, diciendo: "Cómo que
voy a tener un hijo, a mis años"? ¿Hay algo difícil para Dios? Cuando vuelva a
visitarte por esta época, dentro del tiempo de costumbre, Sara habrá tenido un
hijo." Pero Sara, que estaba asustada, lo negó: "No me he reído". Él replicó:
"No lo niegues, te has reído."
San Mateo 8,5-17:
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le
acercó rogándole: "Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y
sufre mucho." Jesús le contestó: "Voy yo a curarlo." Pero el centurión le
replicó: "Señor, no soy quién soy yo para que entres bajo mi techo. Basta que lo
digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo
disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro:
"Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace."
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: "Os aseguro que en
Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente
y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
en cambio, a los ciudadanos del reino los echarán fuera, a las tinieblas. Allí
será el llanto y el rechinar de dientes." Y al centurión le dijo: "Vuelve a
casa, que se cumpla lo que has creído." Y en aquel momento se puso bueno el
criado.
Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre; la
cogió de la mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles. Al
anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él, con su palabra, expulsó los
espíritus y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo que dijo el profeta
Isaías: "Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades."
Homilía
Temas de las lecturas:
¿Hay algo difícil para Dios? Cuando vuelva a visitarte, Sara habrá
tenido un hijo * Muchos Vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con
Abrahán, Isaac y Jacob
1. Una pregunta que nos compromete
1.1 El Señor Dios hace una visita a un hogar estéril y lo vuelve un
hogar y un lugar fecundo. Si Dios visita mi esterilidad, la vence; si Dios
visita mi desierto, lo vence; si Dios visita mi depresión, la vence.
1.2 El Señor Dios visita a dos ancianos y les da un regalo de juventud. Si Dios
visita mi cansancio, me descansa; si él llega a mi desilusión, la transforma; si
él me levanta de la tumba, viviré por los siglos.
1.3 El Señor Dios visita a Abraham y Sara y hace una promesa. La promesa se
cumple. Si me fío de la palabra de Dios no seré defraudado. Si escucha la
promesa de mi Señor soy invencible.
1.4 Y todo, todo se basa en una pregunta, una maravillosa pregunta: "¿hay algo
difícil para Dios?". Esa pregunta es mi gran respuesta. Es el cimiento
inamovible de mi fe.
2. Dios nos hace dignos
2.1 Con tanta fe como humildad el centurión romano del evangelio de hoy
dijo una hermosa profesión de fe: "yo no soy digno de que entres en mi casa; con
que digas una sola palabra, mi criado quedará sano".
2.2 Y aunque se creía indigno, recibió elogio de Jesucristo, que con su palabra
de admiración lo hizo digno no sólo de aquel milagro esperado sino también digno
de habitar para siempre las páginas del evangelio, junto a nuestro Divino
Salvador. Jesús lo hizo digno.
2.3 El centurión estaba seguro del poder de Jesús. Miraba a Nuestro Señor como
uno que tiene autoridad en su palabra, pues entendía que la enfermedad y el mal
tenían que obedecer a Cristo así como los soldados de un regimiento obedecen a
su general. Este tipo de fe trasciende el hecho puntual de la enfermedad de
aquel criado. Es verdaderamente una manera de mirar el mundo.
2.4 Si Cristo es el gran comandante de todas las fuerzas del universo, si la
enfermedad y el mal finalmente tienen que obedecer a su palabra, entonces
debemos entender que todo mal tiene un lugar y un sentido dentro del conjunto de
un plan más amplio que nosotros no vemos pero que nuestro Rey y Emperador,
nuestro Jefe y General sí está viendo. Es maravilloso entender esto.