IV Domingo de Pascua, Ciclo A:
“Jesús es la puerta de las ovejas”.

Autor: Padre Pedro Crespo   

 

En este domingo IV del tiempo pascual celebramos el domingo del Buen Pastor. Jesucristo es el Buen Pastor. Es una imagen literaria que se aplicaba a Dios en el Antiguo Testamento y que Jesús se aplica a sí mismo. Decimos en el salmo responsorial: “El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace recostar, me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas”. Con esta imagen del Buen Pastor se quiere expresar la solicitud, la preocupación amorosa, que tiene Dios por cada una de sus ovejas, por cada uno de sus hijos. Los cuidados que hace el pastor con sus ovejas: vendar a las heridas, llevar sobre los hombros a las enfermas, buscar a las descarriadas, llevarlas a pastos verdes... son los cuidados que Dios tiene por cada uno de sus hijos. 

En el Evangelio, que escuchamos este domingo en la Eucaristía, se insiste sobre todo en otra imagen: Jesús es la puerta de las ovejas. La puerta es el “lugar” [en este caso la persona] por la que deben pasar las ovejas y los pastores. Los pastores que no pasan por la puerta, que es Jesús, son ladrones y bandidos. Esta imagen quiere decir que Jesús es el camino de la salvación, el camino de la casa del Padre. Quien quiera llegar a Dios, tiene que hacerlo necesariamente a través de Jesús, de su persona, de sus valores, de su mensaje. En nuestra religión no hay una relación directa con Dios; necesitamos de la mediación que es Cristo; necesitamos de la mediación de la Iglesia, que él instituyó, de la mediación de los sacramentos. 

Además el Evangelio nos da otros datos del Pastor, que es Jesús: 

-          Conoce a las ovejas por su nombre y las ovejas conocen su voz. El conocimiento es una manera de manifestar el amor. Cuanto más conocimiento hay, suele haber más amor. Conocer el nombre de las ovejas es como conocer su misma existencia. 

-          Camina delante de ellas. El buen pastor indica el camino a las ovejas. Es como ir mostrando su ejemplo. 

-          “Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”. El pastor le da vida a las ovejas, no se la quita. Cristo da su vida para que podamos tener la vida plena aquí en la tierra y la vida eterna en el cielo. Cristo es el Pastor que también es el Cordero entregado por su rebaño. 

Este texto del Evangelio está dirigido a los fariseos, los falsos pastores, que no han entrado por la puerta en el rebaño, que son como bandidos y ladrones, como extraños para las ovejas. Estos son los que se aprovechan del rebaño, de su lana y su leche, de su vida y su carne, en vez de servirle para que encuentren la vida. 

Del termino “pastor” viene “pastoral”. Con esta expresión: “pastoral” se quiere expresar todo lo que hace la Iglesia por llevar a delante el mensaje de Jesús o, dicho de otra forma, por llevar adelante la solicitud amorosa que Dios tiene por cada uno de sus hijos. La Iglesia pone su vida en todas las tareas pastorales que hace. Los responsables de esas tareas pastorales (Evangelización, Liturgia, Cáritas) no son sólo los pastores, los sacerdotes, sino todos los bautizados. 

En este día del Buen Pastor, se nos recuerda que todos los cristianos estamos llamados a llevar adelante el mensaje de Jesús, que todos los bautizados somos responsables de manifestar al mundo la preocupación que Dios tiene por cada uno de nosotros, que todos somos “pastores”, responsables de los demás. 

De un modo especial tenemos presentes a las vocaciones consagradas; es decir a todos los hombres y mujeres que han consagrado su vida a Dios: religiosos, religiosas, sacerdotes. Celebramos la jornada de oración por las vocaciones. Las vocaciones consagradas siguen siendo necesarias hoy en la Iglesia para manifestar al mundo los valores del reino: la castidad, la pobreza y la obediencia. Se nos invita a pedir a Dios para que continúe habiendo vocaciones en su Iglesia. 

Que pasemos nuestra vida por la puerta que es Jesús; que nos sintamos responsables de la pastoral de la Iglesia; que el Señor siga enviando las vocaciones que el considere necesarias a este mundo nuestro.