Solemnidad: La Ascensión del Señor, Ciclo B

San Marcos 16, 15 - 20: La Ascensión y nuestra responsabilidad

Autor: Monseñor Rubén Oscar Frassia 

 

Evangelio según San Marcos 16, 15 - 20 (Ciclo B)

Evangelio: la Ascensión y nuestra responsabilidad


El tema de la Ascensión de Nuestro Señor, completa el tema del misterio pascual. Y el misterio pascual se tiene que entender ante estas realidades: Crucifixión y Muerte, Resurrección, Ascensión y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. Podríamos decir que es como la iluminación de las tres virtudes teologales: la Resurrección nos da sentido a la FE; la Ascensión nos da contenido y fuerza a la ESPERANZA y Pentecostés, el tiempo del Espíritu, nos da vigor a la CARIDAD.

El Señor asciende, es la misma persona y el centro de esta misma persona divina, el centro de la historia es lo eterno, es la eternidad, ¡es el Verbo de Dios!, el Hijo de Dios y el Hijo de María Virgen. Es lo eterno que da sentido a todo, que es definitivo pero que a la vez ilumina todo.

Por eso, la lectura de nuestra fe es ver al Verbo, a Cristo, lo eterno, lo absoluto, en todo momento, en todo tiempo, ante todo acontecimiento, ante toda situación. ¡Es El quien nos da el sentido! Él sube al Padre, asciende al Padre y nos va a enviar el Espíritu, pero también nos dice algo muy importante: ¡vayan por todo el mundo!, ¡anuncien la Buena Nueva a toda la creación!, y el que cree y se bautice, se salvará y el que no crea se condenará

De su presencia surge la responsabilidad de nuestra vida cristiana, ¡y también la responsabilidad de nuestra misión, de la evangelización! Y sabiendo que Él está con nosotros siempre y hasta el final. Pero su presencia nos manda a anunciar, a testimoniar, a comunicar, a expandir.

Fijémonos bien: ¡no nos anunciamos nosotros a nosotros mismos! Estamos anunciando el mensaje de Cristo, luz del mundo y sal de la tierra. Nosotros lo representamos. Somos sus instrumentos pero Él es el importante, Él es la Palabra. Nosotros seremos, quizás, un poco de su voz pero Él es la Palabra.

Que ésta Ascensión, también a través de los medios de comunicación, nos de fuerzas para reconocer y reencontrar el verdadero sentido de lo que es este mundo de la cibernética, como dice el Papa en su mensaje de este año.

Les dejo mi bendición, y que nos de fuerzas para vivir siempre en el Señor, en el resucitado, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.